domingo, 20 de febrero de 2011

Minibocaditos Sacher





La eterna pregunta

Are you afraid?
I´m afraid of losing you.

Cada vez entiendo menos en qué consiste esto.
Te levantas todos los días, con esfuerzo, con sueño.
Te duchas, te vistes, preparas el desayuno, despiertas a los niños, que con gusto se quedarían durmiendo.

Viaje al trabajo. 1 hora. Trabajar, trabajar, trabajar.

Correr. Comer. ¡Come sano!.
Date prisa. Tenemos piscina. Besitos mamá. Papá nos espera con el coche.
Merienda. Después hemos quedado para tomar algo.
¡Bieeeen...!!!
Risas, charla, cena.
Casa. Dormir.
Cansancio.
Mañana otra vez.
Hoy hace frío. Mañana no sé.
Después llegará la primavera.
Corro. Duermo. Trabajo. Me pierdo.

Veo un chico inmigrante en el tren.
Niños que ríen.
Ancianos serios, tristes o alegres.
Chicos que besan, estudian, se aburren. We was born to fly.

Que tengas un buen día. Igualmente.
Me siento al ordenador.
Blogs que leo a menudo.
En un blog que me encanta y que no me atrevo a enlazar, una noticia impactante. 

Un cáncer.

No sé qué decir.
De hecho desde que lo vi aún no le he dicho nada.
Sólo tengo ganas de animar. Ganas de correr, de pasar.
De encontrar la salida del laberinto.

¿Dónde está la solución?
Esto es un encierro.
Un cubo hermético sin puertas ni ventanas.
Rebotamos contra las paredes, colisionamos.

¿Cuál es la solución?
¿Sólo se puede huir hacia el interior? ¿Es esa la cuarta dimensión?
¿Alguien tiene una respuesta que yo pueda entender?
¿Cuál es la pregunta?

¿Qué es la vida?
¿Cómo vivirla?


Ingredientes
  • 75 gr de azúcar
  • 2 huevos
  • 75 gr de mantequilla blanda
  • 2 cucharadas de cacao puro
  • 100 gr de harina
  • 1/2 bolsita de levadura
  • Mermelada de albaricoque o melocotón

  • Chocolate de cobertura para postres
  • Una cucharadita de  mantequilla

¿Cómo se hace?
Batimos el azúcar y los huevos hasta que espumen y blanqueen.
Añadimos la mantequilla blanda y el cacao. Seguimos batiendo.
Añadimos la harina y la levadura. Batimos otra vez.

La mezcla la ponemos sobre la bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Debe quedar una capa muy fina. De un dedo de grosor o menos.

Horneamos a 170º entre 15 y 25 mn. Depende del horno. Hay que tener en cuenta que es muy finito el bizcocho que sale.

Lo sacamos y dejamos enfriar. Partimos cuadrados del mismo tamaño, desechando los bordes si han quedado demasiado delgados. No os costará encontrar voluntarios para hacerlos desaparecer.

Ponemos mermelada de albaricoque o melocotón sobre uno de los cuadrados y tapamos con otro.









Derretimos el chocolate de cobertura junto con la cucharadita de mantequilla. Yo lo hago en el microondas, de 20 en 20 sg. Removiendo y mezclando cada vez, con cuidado de que no se queme.
Cubrimos los cuadraditos y nos los comemos.





viernes, 11 de febrero de 2011

Bizcocho inventado

Inventando lo ya inventado

Hace tanto que no escribo aquí...
Viajo en tren. En autobús. Dos horas cada día.
A veces dedico ese tiempo a preparar trabajo, pero sobre todo escucho música. Se nota en el blog.

La vida es un continuo ensayo, sin estreno. O quizá un continuo estreno, sin ensayo.

Hace ya mucho que este blog se ha transformado, sin saberlo yo, en algo que no sé lo que es, pero sí sé que no es sólo cocina. 
¿Por qué? Ni idea. Vengo aquí y escribo la centésima parte de lo que se me pasa por la cabeza.
Porque no tengo tiempo para nada, pero la "azotea" no deja de dar vueltas.
Visitando otro blog amigo, en el que de vez en cuando se hacen confesiones, me he parado a pensar en cómo es eso de los gustos.
¿Qué pasa cuando, de pronto, alguien a quien tú consideras culto o cool o cultivado... o lo que sea, te dice avergonzado, que le gusta...no sé, una folclórica o un triunfito, o una canción de Disney Channel, o un patético actor de Hollywood, por ejemplo.
Parece que algo chirría, que no encaja.
"Fíjate tú, éste con lo intelectual que parece y se pirra por fulanita, que canta fatal y es una impresentable"
Algo está mal aquí:
  • ¿Por qué nos avergonzarnos de nuestros gustos?.
  • ¿Por qué intentamos proyectar una imagen que no se corresponde con lo que somos?.
  • ¿Qué tememos? ¿Perder el qué?.
  • ¿Por qué hay juicios con respecto a los gustos de los demás?
  • ¿Qué cambia si lo que le gusta a otro nos parece ridículo? ¿Por qué tiene que parecernos ridículo?
  • ¿Todo esto son prejuicios?
  • ¿Quién inculca estos prejuicios? ¿Es la educación?

Me doy cuenta de que, sin quererlo, los hago aparecer en mis hijas. Les doy criterios, que ellas aceptan.
¿Se avergonzarán ellas de sus gustos si no coinciden con los de sus amigas? ¿O con los míos?

¿Estoy desvariando y esto no le ocurre a nadie más que a mí?
Porque yo sí tengo alguno de estos gustos vergonzosos, inconfesables e incomprensibles, y que lamentablemante no voy a decir aquí.
¿O sí?
Ingredientes
  • 75 gr de azúcar
  • 2 huevos
  • 35 gr de mantequilla en pomada
  • 30 gr de margarina blanda
  • 100 gr de mosto o vino dulce
  • 100 gr de harina de repostería
  • 100 gr de almendra molida
  • 1 sobre doble de gasificante de Mercadona
  • 60 gr de mermelada de melocotón

¿Cómo se hace?
Muy fácil. Batir el azúcar con los huevos hasta espumar.
Ir añadiendo los demás ingredientes en el orden escrito sin dejar de batir.

Hornear en recipiente ancho, para que no quede muy alto. A 180º durante unos 30 mn aproximadamente.

Queda muuuy jugoso y tierno.

Si no fuera por vuestras visitas mi blog parecería un desierto. Gracias.