martes, 28 de abril de 2009

Albóndigas de bacalao en salsa de pimientos asados


Camuflando el pescado.
........................................
A la mayoría de los niños que conozco no les gusta el pescado. Cuando algún padre me dice: "pues a mi hijo le encanta", me da una envidia tremenda. ¡Qué haría yo sin las varitas!
Me he dado cuenta de que en el apartado de "para niños" sólo tengo postres y pan. Pero es que a mis hijas es lo que más les gusta. No comen solo eso, claro. Comen de todo, incluyendo el pescado, pero casi siempre camuflado.
Así nació este plato. Intentando que parecieran las albóndigas de pollo que normalmente hacemos, con su mismo aspecto.
No tuve éxito.
Pero estaban tan buenas que las voy a repetir, y aquí os dejo la receta por si vosotros queréis intentarlo también.
.......................
Ingredientes
.......................
Para las albóndigas
  • 1 envase de bacalao desmigado y desalado
  • 1 huevo
  • 2 rebanadas de pan de molde (su miga)
  • 1/2 vaso de leche
  • Pan rallado
  • Harina para hacer las bolitas
Para la salsa
  • 1 cebolla
  • 2 pimientos asados
  • 1 vaso de salsa de tomate (mejor casera)
  • 2 cucharadas de salsa de pimientos choriceros
  • Caldo de pescado
  • 1 pizca de comino
  • 1 pizca de cúrcuma
  • 1 pizca de pimentón dulce
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de oliva virgen
...........................
¿Cómo se hace?
...........................
Yo hago la salsa en primer lugar: los pimientos asados suelo tenerlos congelados. Un día me pongo y aso 4-5 pimientos, los pelo y los congelo en tiras que me sirven para muchos platos diferentes y se conservan muy bien. Pero seguro que también sirven los botes de pimientos asados que hay en el mercado.
Troceo fina la cebolla y la pongo a pochar en una sartén con un chorro de aceite de oliva virgen. La calidad del aceite es fundamental, lo digo siempre.
Cuando ya está transparente, le añado los pimientos asados, las cucharadas de pimientos choriceros (se vende envasada en botes de cristal pequeñitos, en supermercados grandes o tiendas que tengan productos de calidad), la salsa de tomate, las especias y la sal . Dejo cocer esta salsa un par de minutos. La paso a un recipiente apropiado y la trituro, no muy fina, porque me gusta que tenga un poco de textura. La echamos ahora en la cazuela donde vayamos a cocinar las albóndigas.
Si la veis muy densa podéis añadirle un poco de caldo de pescado. Este caldo de pescado puede ser casero (yo tengo siempre congelado) o utilizar alguno de los envasados. No es lo mismo, pero es mejor que usar agua.

A continuación, mientras esta salsa reposa cerca del fuego, paso a hacer las albóndigas.
Hay quien dice que es muy laborioso y muy pesado. A mí me resulta relajante, la verdad.
En un robot de cocina, trituramos el bacalao bien escurrido, que suele venir ya sin espinas. Salamos ligeramente, le añadimos un huevo, la miga de pan y la leche.
Como queda bastante fluido yo añado un poco de pan rallado, hasta que adquiere una consistencia manejable para hacer las albóndigas.
En una taza pongo harina y voy dando forma en ella a las albóndigas, que como notaréis, son bastante blanditas.
Estas bolitas las pongo directamente en la salsa, que estará a fuego muy suave.
Las dejo que se hagan en la olla tapada, controlando que no se pegue la salsa. A través de la tapa, si es transparente, veremos cómo burbujea. Si no es transparente vuestra tapa, levantadla de vez en cuando.
Cuando ya están un poco hechas les doy la vuelta, una a una, con cuidado, porque son muy tiernas.
Depende del tamaño que les hayáis dado a las albóndigas tardarán más o menos. Pero con un tamaño medio, en 15-20 mn de fuego suave ya estarán.
Yo las he acompañado de unas patatas paisana sin más, que mezcladas con la salsa están riquísimas.

¡Qué aproveche!

sábado, 25 de abril de 2009

Crema de mango con gelatina de miel


Para Rodrigo y su mamá

Esta receta está dedicada a Rodrigo, un bebé pequeñito que tiene problemas con alimentos que no ha probado nunca, como el huevo. Y como aún es pequeño, si él no puede tomar algunas cosas, pues su mamá tampoco.
Cuando empecé a pensar en un postre sin leche ni huevos desaparecieron del recetario bizcochos, mouses, flanes, galletas, tartas y un sinfín de delicias más. Así que nada de leche, ni nata, ni margarina, ni mantequilla, ni yogur...ni tampoco todos esos productos que ponen en letra pequeñita: "puede contener trazas de leche".
La leche de vaca se puede sustituir por otras leches: de soja, de coco, de almendras...así se abren algunas posibilidades. También pensé en la horchata, pero la envasada tiene proteínas lacteas.
Ya. ¿Y el huevo?
La mayoría de postres llevan huevo, o lo llevan algunos de sus ingredientes.
¿Cómo cuajar un flan sin huevo? Podemos usar Maizena, y obtener así un flan blanquito. Es una posibilidad.
La verdad es que fui encontrando cosillas.
Y empezaron a surgir ideas. Algo con fruta, la leche de coco, el café (descafeinado), y...la gelatina.
De todos ellos escogí la fruta y la gelatina.
Busqué y busqué, en muchos blogs. Finalmente encontré una receta que podía adaptar. En esta página de Asturias. Quité la mousse de queso fresco y me quedé con lo demás.
La gelatina es proteína ¿de qué?. Yo he usado las hojas de gelatina de la marca Vahiné, que detalla el origen de esa proteína (porcino). Las hojas de gelatina Mandarín, sin embargo no dicen nada.
Además de "sin huevo y sin leche", este postre tiene dos características más: es muuuuy fácil (importante para una mamá atareada), y está muy rico. Un caprichito que se come casi de una cucharada.
.......................
Ingredientes
.......................
Para la crema
  • 1 mango
  • 50 gr de azúcar
  • Zumo de 1/2 limón
Para la gelatina
  • 100 gr de miel (yo he utilizado una de brezo, sabor bien fuerte)
  • 50 gr de agua
  • 2 hojas de gelatina Vahiné
............................
¿Cómo se hace?
............................
La crema: se corta el mango en trozos, se añade el azúcar y el zumo de limón. Se tritura muy bien y se reserva en la nevera.
La gelatina: las hojas de gelatina se tienen en remojo en agua fría durante 5-6 mn. Se mezcla la miel con el agua y se calienta en el microondas casi hasta ebullición.
Se escurren las hojas de gelatina y se meten en la miel caliente, removiendo hasta que se disuelvan. Ahora este líquido de gelatina se vierte en los moldes adecuados, previamente aceitados, y a través de un colador, por si quedase alguna hebra de gelatina sin disolver.
La elección del molde es muy importante, porque después hay que sacar la gelatina. Yo he usado unos vasitos pequeños, de chupito. Con la cantidad que he obtenido de gelatina he conseguido rellenar 4 de estos vasitos.
Se mete en la nevera hasta que esté bien cuajado (un par de horas o más). Depende del tamaño del molde.
Montar el plato es lo más delicado.
Para sacar la gelatina yo puse el vasito boca abajo, debajo del grifo de agua caliente, para que se fuera despegando de las paredes. Después inclinándolo y dando vueltas poco a poco fue cayendo sobre el platillo donde lo iba a servir.
Si lo vais a consumir inmediatamente podéis añadir alrededor la crema de mango. Si no, es mejor guardar la gelatina en la nevera y añadir la crema justo antes de servir.
Tiene un sabor muy, muy fresco; el dulce de la miel y la acidez del mango combinan fenomenal.
La próxima vez creo que haré más gelatina de miel, porque te la comes de un bocado y te quedas con ganas de más. Aunque el peque no podrá tomar miel hasta que tenga más de un año su mamá sí puede.
Va con todo mi cariño para Rodrigo y sus papás.

jueves, 23 de abril de 2009

Mi flan de coliflor con queso azul

Sabores escondidos
......................................................................................
Una humilde coliflor, blanca, perfecta, a la espera de una idea. ¿Otra vez cocida con patatas y bechamel? Muy rica, pero ya cansa un poco.
Busquemos otra cosa: a ver Gastronomía & Cia, blog profesional donde los haya.
¡Ajá!. Aquí está. Flan de coliflor. Veo que ellos también se inspiran en otros blogs.
Todo el mundo puede enseñar algo y todo el mundo tiene algo que aprender.
Vamos allá con mi versión.
....................
Ingredientes (para dos personas)
....................
  • 1/2 coliflor
  • 1 huevo grande
  • 1 chorrito de leche (un par de cucharadas más o menos)
  • Sal
  • Pimienta
  • Queso azul (el que os guste)
  • Nata líquida

¿Cómo se hace?

Se cuece la coliflor, al vapor o en olla rápida, en agua con sal y una pizca de comino molido, que enmascara el olor característico de esta Brassicaceae. En este último caso en 5 mn estará.
Batimos un huevo y le añadimos el chorrito de leche.
Escurrimos bien la coliflor y la aplastamos con un tenedor.
Mezclamos con el huevo. Salpimentamos.
La mezcla la colocamos en moldes que puedan ir al microondas, ligeramente engrasados.
.

Ahora al microondas. A media potencia durante aproximadamente 10-15 mn, hasta que esté cuajado.
No soy muy precisa en el tiempo porque cada microondas es distinto. Yo prefiero empezar con pocos minutos e ir observando para que no se pase ni se reseque.
Una vez cuajado se desmolda y se acompaña de una salsa de queso azul.
Esta salsa se hace mezclando el queso con un chorrito de nata líquida, removiendo con un tenedor y calentando unos segundos al microondas.
Un queso suave le queda fenomenal, pero cada uno puede usar el que le guste.
Seguro que también queda bien con salsa de tomate o cualquier otra.
Hay que probar para descubrir.
Aseguro que es una grata sorpresa la que nos da la sencilla coliflor en este flan.
.

Volveré con un dulce.

lunes, 20 de abril de 2009

Maragota al horno aromatizada con hinojo


Al lado del mar
......................................................................
Por fin el domingo tuvimos un día de sol. Aprovechamos para pasear, dar una vuelta por la playa y darnos cuenta de la suerte que tenemos por vivir cerca del mar.
Soy de interior y no pude ver el mar hasta que tenía 18 años, así que la impresión que me causó el Cantábrico todavía perdura.
El ruido de las olas, el brillo del sol en el agua, el olor fresco a mar... pequeñas cosas que hacen especial un día cualquiera.
Poder disfrutar de esto con la familia recarga las pilas.
Hay que mirar alrededor, ver el mundo, pensar en lo que tenemos y no en lo que nos falta.
¡Porque tenemos tantas cosas!
............................................................................
La receta de hoy utiliza un pescado que aparece de vez en cuando en los mercados. La maragota, que también se llama Pinto, Durdo , Piloño...y algún nombre más, es un pez costero de color pardo-rojizo.
Es un pescado de bajo precio. Pero si no encontráis la maragota podéis sustituirla por abadejo o bacalao fresco.
En casa somos bastante pescaderos (las niñas no, es una lástima), pero intentamos salirnos del típico pescado a la romana y encontrar recetas que nos sorprendan.
La receta que os traigo es muy sencilla y el hinojo le aporta un gusto especial.
Quiero dedicar este plato a Pilar (La cocina de lechuza) como pequeño agradecimiento por su maravilloso blog y sus estupendas recetas de pescado que tanto nos gustan.
...........................................................................
Ingredientes (para dos personas)
..................

  • 1 maragota
  • 1 cebolla
  • 4 cucharadas de salsa de tomate (mejor casera)
  • 1/2 vasito de vino blanco de Godello (sirve otro vino de buena calidad).
  • 1 cucharada de harina
  • 1 vaso de caldo de pescado
  • Semillas de hinojo
  • Sal
  • Pimienta
......................
¿Cómo se hace?
....................
Precalentar el horno a 180 º.
Limpiar bien la Maragota y abrirla por la mitad. Quizá esto puedan hacértelo en la pescadería.
Salpimentar y colocar en un recipiente apto para el horno. Rociar con un chorito de aceite de oliva virgen.
Muchas veces el éxito de un plato no depende del tipo o cantidad de ingredientes, sino de la calidad de éstos. Creo que un buen aceite es fundamental en la cocina.
Cuando el horno haya alcanzado la temperatura deseada meter la maragota durante 10 minutos.
Sacar y reservar.
En una sartén verter un chorrito de aceite y rehogar la cebolla, pelada y cortada fina. Cuando empiece a quedarse transparente añadir la salsa de tomate y el hinojo.
A continuación añadir el vino y dejar reducir un poco. Yo he usado un vino blanco de Godello, que es de la zona de Valdeorras. Es fresco y afrutado.
Al igual que el aceite, el vino de cocinar debe ser de buena calidad. Se nota en el acabado de los platos. Y el vino blanco de esta zona es excelente.
Espolvorear con la harina y cocer un par de minutos, removiendo para mezclar la harina.
Seguidamente, rociar con el caldo de pescado y dejar cocer 5 minutos más.
Verter esta salsa sobre la maragota y meterla en el horno.
......................
Dejarla cocer hasta que esté en su punto.
Para una maragota como la que yo utilicé, de unos 800 gr, son 10 minutos.
Y ya está.
El mar en tu mesa.
............................

Disfrútalo.

viernes, 17 de abril de 2009

Pan de molde


Cambios y más cambios ..
.................................................................................
Si alguien ha estado entrando en el blog estos últimos días será eso lo que ha visto.
No ha habido más que cambios en él. El aspecto que presenta hoy es bien distinto a hace una semana. No es definitivo, porque quiero recuperar la foto que estaba en cabecera, pero se me resiste con ganas. No quiere entrar en el espacio tan pequeño que le he puesto. También me apetece tener fotos más grandes y tampoco puedo, por ahora.
He conseguido otras cosas que me apetecía tener: mayor amplitud de la plantilla, y un índice, que a mí me resulta muy útil en otros blogs, sobre todo cuando hay muchas recetas.
No soy informática y por tanto tengo que probar y probar hasta que sale algo. Mi manejo con estas herramientas es muy reciente, y me veo bastante torpe. Tengo la sensación que debe tener mi hija pequeña cuando maneja el mando a distancia: sabe darle a los botones para poner en marcha la televisión o el DVD, pero ni idea de lo que hace cada uno. Pues yo igual.
Así que pido disculpas si algo no sale bien cuando lo probéis. Mi blog y yo estamos "under construction". Si tenéis alguna sugerencia la agradeceré mucho.
Como mi hermana dice "lo importante son las recetas". Y la de hoy tiene mucho que ver con los cambios.
Este pan, del que estoy tan contenta, es fruto directo de la inmersión bloguera que vengo sufriendo (porque me acuesto siempre tardísimo) y disfrutando (porque he descubierto gentes y recetas estupendas).
La receta original era de Su, pero ha sufrido muchos cambios como os digo.
Para mí hacer pan en casa era algo que hacían mis padres en su infancia, nunca me planteé hacerlo yo hasta que empecé a ver la cantidad de recetas de pan que había en diferentes blogs. Me resistí durante un tiempo, porque los reposos prolongados, los dobles amasados y las masas madres me daban un poco de miedo.
Ahora compro pan sólo de vez en cuando. Siempre tenemos pan casero. A todos nos gusta más, las niñas amasan conmigo y además ponemos en el pan algunos ingredientes que no llevan los panes comerciales (y quitamos otros que no son muy sanos).
Sigo resistiéndome a las masas madre y los dobles amasados. Con un solo levado y sin masa madre sale un pan delicioso.
Ya veréis.
..................
Ingredientes
  • 25 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 2 cucharaditas de sal
  • 2 cucharadas de miel de azahar (porque es suave)
  • 300 ml de agua
  • 500 gr de harina de fuerza
  • Entre 15 y 20 gr de levadura fresca
  • 1 cucharada de leche en polvo semidesnatada (opcional)

¿Cómo se hace?.

Ponemos el horno a calentar a 50º más o menos.

Pesamos la harina de fuerza. A veces mezclo harinas. Por ejemplo: 100 gr de harina de avena (con mucha fibra), o 150 gr de harina integral, o 150 gr de harina de centeno... lo que queráis, con harina de fuerza, hasta completar el 1/2 kg. La harina de fuerza se consigue en algunas panaderías o también está en Carrefour (de Harimsa). La integral o la de centeno las he encontrado en Lidl. La de avena la obtenemos en casa, triturando copos de avena y después tamizando. Si ponéis leche en polvo añadir sobre la harina.

Desmenuzamos la levadura frotando entre los dedos, también sobre la harina.
Mezclamos el aceite con la sal, la miel y el agua. Este líquido lo entibiamos un poco, muy poco, calentando en microondas.
Hacemos un volcán con la harina y sobre él vertemos el líquido que habremos mezclado bien dando vueltas con una cuchara.
Yo no tengo amasadora, así que remuevo un poco con una cuchara de madera, hasta que se ha formado una masa pegajosa. Pongo un poco de harina en la encimera y vuelco la masa sobre ella.
Voy amasando hasta que todos los componentes están bien integrados, siempre hacia adentro. Añado algo de harina si es necesario para despegar la masa.
Esto lo hago entre 8 y 10 minutos. Es aquí donde llamo a mis niñas y ellas se hacen sus bollitos o la forma que más les guste.
El horno ya estará tibio. Apagamos.
En un molde de plumcake pongo papel de hornear.
Doy forma de barrita a mi masa y la coloco en el fondo del molde. La tapo con un paño limpio y la meto a levar en el horno (apagado).
En tres cuartos de hora habrá subido así:
La sacamos del horno y ponemos éste a calentar a 220º arriba y abajo.
Cuando haya alcanzado la temperatura metemos la masa levada y en la parte baja del horno un recipiente con agua hirviendo, para que aporte vapor.

En 10 minutos veremos cómo empieza a tostarse por arriba. En ese momento yo pongo sólo fuego por debajo, para evitar que siga tostándose, y lo dejo otros 15- 20 mn más. Hay que vigilar. Cada horno es distinto. Si no tienes la posibilidad de poner el horno sólo por debajo, tendrás que cubrir el pan con papel de aluminio, para que no se queme por encima.
El olor que hay en la cocina es estupendo. Todos los panes que he hecho han sido probados antes de enfriarse. Son irresistibles recién salidos del horno.

Cuando está frío lo troceo en rebanadas y las coloco de una en una, en bolsas de congelación.
Del congelador van directas al tostador, a descongelar o a tostar. Con poco trabajo y en poco tiempo tendréis un pan a vuestro gusto.Y sin nada de conservantes ni grasas animales, ni antiapelmazantes...No solo los panes de molde industriales llevan estas cosas, también los de barra tienen una composición sorprendente. No son sólo agua, harina y sal.
Vale la pena hacerlo en casa. Os lo aseguro.
Espero que os guste.
No he podido resistirme a poner esta foto de la vista desde mi cocina. Este año la nieve no nos quiere abandonar. Año de nieves...

miércoles, 8 de abril de 2009

Cake Medianoche


Sucumbir a la tentación .................................................

Lo de sucumbir a la tentación es algo sobre lo que existen muchas opiniones.

Hay quien piensa que es la mejor forma de vencerla (un engaño a uno mismo, creo yo) y hay quien dedica toda su vida a no sucumbir a sabe Dios cuántas tentaciones (otro engaño, ya que los mortales somos débiles, y pelear constantemente con las tentaciones es lucha perdida de antemano. Incluso ganando la batalla has perdido. ¿Qué es lo que ganas no sucumbiendo a la tentación? O por lo menos a algunas, las inofensivas).

Bueno, este rollo viene a que estaba yo pensando el otro día lo mucho que me apetecía hacer un bizcocho de chocolate. Pero es que habíamos comido otro unos días antes, y era demasiado chocolate. Claro que a las niñas les gusta mucho, pero es demasiada mantequilla, o demasiado huevo o...

Entonces me acordé de que Arancha en su blog suele tener recetillas de bizcochos que son especialmente ligeros, aunque sean de chocolate. Ella me encaminó a los Postres de Diana. ¡Madre mía qué perdición! Lo que hay allí acaba con cualquier propósito de lucha contra las tentaciones.

El caso es que encontré un bizcocho que se adaptaba a mis necesidades. El Midnight Chocolate Cake. Nada de mantequilla, muy pocas grasas, poco huevo... Me atreví.
En una ocasión anterior ya hice un bizcocho parecido y estaba sorprendentemente bueno.

La página en inglés se puede traducir (más o menos) con cualquier traductor instantaneo de los que encontréis en la red, y las cantidades que da en tazas, medias tazas, onzas o similares, la propia página os las convierte en cantidades más conocidas para nosotros, como gramos, mililitros, etc. Al lado de los ingredientes os trae un "Conversion Calculator" para hacer esta operación.
Yo adapté la cantidad de cada ingrediente para que me quedase un bizcocho no muy grande.
Allá va.
............
Ingredientes
  • 226 gr de azúcar
  • 197 gr de harina de repostería
  • 30 gr de cacao puro sin azúcar
  • 50 gr de Cola cao
  • 3/4 de cucharadita de levadura Royal
  • 3/4 de cucharadita de bicarbonato
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 huevo
  • 118 ml de leche
  • 60 ml de aceite
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla líquida
  • 118 ml de agua hirviendo
  • azúcar glass para espolvorear
  • crema fraîche para acompañar
  • physalis para acompañar

............
¿Cómo se hace?

Precalentamos el horno a 180º.
Se mezclan todos los ingredientes secos (azúcar, harina, cacaos, levadura, bicarbonato y sal)Aparte se mezclan el huevo, la leche, el aceite y la vainilla, batiéndolo un poquito con varillas.
Unimos las dos mezclas, la seca con la líquida, y batimos bien durante dos minutos también con varillas.

Cuando ya está bien mezclado, añadimos el agua hirviendo. La mía no burbujeaba, pero estaba muy caliente.
Batimos para mezclar bien.
Volcamos esta mezcla en un molde que estará aceitado y espolvoreado con cacao.
No debe ocupar más de medio molde, porque este bizcocho casi dobla su tamaño.
Lo metemos al horno durante aproximadamente 30 mn, sólo fuego por abajo.
Cuando lo pinchas y sale limpio es el momento de sacarlo del horno.
Dejamos entibiar y lo desmoldamos.
Cuando ya está casi frío espolvoreamos generosamente con azúcar glass.
Es un bizcocho muy suave de sabor y muy, muy esponjoso.

Para mí ha sido fundamental acompañarlo de la crema fresca; delicioso el contraste. Y el physalis, si lo consigues, le aporta un toque frutal que ya es de locos.












¿Quién se resiste a la tentación?